lunes, 16 de marzo de 2009

Cooming soon

Hay un momento en la vida de todo escritor en que vive de la limosna. Y yo no soy la excepción.
No me gusta llamarme escritor, porque la mayoría de escritores que conozco son unos mamones degenerados sin cerebro (aunque habrá alguno que merezcan respeto), sin embargo, tengo que hacerlo.
No soy bueno haciendo nada, y lo que mejor se me ocurrió fue pedir limosna mediante un blog.
Habrá sorpresas. Espérenlas!